"Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero
otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se
enciende.”
E. Galeano
Aprendizaje a través del movimiento
Al ser humano le lleva largos años de su vida desarrollar su habilidad para trasladarse, alimentarse, cuidarse por sus propios medios y un período aún mayor para poder correr, saltar, leer o tocar un instrumento. Todas estas experiencias junto con las sensaciones y sentimientos que encuentra al realizarlas van construyendo la imagen que cada uno tiene de sí mismo.
La forma de moverse y la postura singular que cada uno adopta son consecuencia de esta imagen. Moshe Feldenkrais descubrió que lesiones que se producen en las articulaciones, la columna y los músculos, así como dificultades en el movimiento, están asociadas a partes del cuerpo que han quedado fuera de la imagen corporal. Esta ausencia de registro exige a otras zonas del cuerpo trabajar en exceso con su consiguiente esfuerzo y deterioro.
El trabajo propone moverse con el mínimo esfuerzo observando las relaciones que se establecen entre las distintas partes del cuerpo y las sensaciones asociadas a estos movimientos. Quienes lo practican aprenden sobre sí mismos a través de la experiencia; desarrollan su "autoconciencia".
Aprender es descubrir una nueva manera de realizar lo que habitualmente se hace, genera alternativas, vuelve posible el elegir. Cuando el ser humano puede elegir se aproxima a vivir en libertad. Este es el tema central del Método Feldenkrais.
Durante todo el año se dictan clases grupales e individuales en el Centro Feldenkrais Buenos Aires.